Back to the future con RPA
Viaje al pasado
Supongamos por un momento que el Doctor Emmet Brown es el CIO de Clarcat. En uno de sus excéntricos proyectos de I+D, acaba de crear una máquina del tiempo, al que ha llamado “Clarolian”. Al más puro estilo Marty McFly nos podemos mover libremente por el pasado y el futuro.
Por cierto, como anécdota, lo del condensador de fluzo fue un error en la traducción del guión original que generó una expresión usada por toda una generación.
Viajamos al año 10.000 a.C y vivimos la aparición de la agricultura y la ganadería. Dejamos de tener la necesidad de migrar en busca de alimentos, por lo que nos establecemos en Hill Valley (o lo que será en un futuro Hill Valley, en California).
Avanzamos posteriormente al siglo XIX, y quedamos asombrados por la revolución industrial. Vemos cómo la gente se está mudando del entorno rural a las ciudades que son hervidores de industrias. Nace una nueva clase social que es la burguesía. Todo lo preestablecido con anterioridad está cambiando. Hill Valley se llena de fábricas y el pitido que cada una de ellas emite para marcar el fin de cada turno, resuena en todo el pueblo. En ese viaje, “Doc” conoció a Henry Ford, quien tras pronunciar su frase “Si le hubiera preguntado a la gente qué quería, me hubieran dicho que caballos más rápidos” provocó en Emmet una nueva conclusión. La gente no puede demandar lo que ni siquiera sabe que puede existir. Y hay que estar dispuesto y preparado para el rechazo inicial que todo cambio de esta magnitud produce en las personas.
En su amor incondicional por la tecnología, Emmet decide viajar al 18 de julio de 1968 en Silicon Valley. Vive en primera persona la fundación de Intel. Rápidamente se mueve al 4 de abril de 1975. No quiere perderse el momento en el que se funda Microsoft. Ambas empresas son dos de los estandartes de la industria informática. Son los causantes de que vivamos en un mundo donde el 50% de la población mundial tienen un ordenador. Y los precursores de que el 57% de la población tenga un acceso a internet. En Hill Valley abre el primer Radio Shack donde los niños acuden a ver una nueva máquina que se llama “Ordenador personal”.
“Doc” que es una apasionado de la tecnología, vuelve a las oficinas de Clarcat con una gran conclusión. Un cambio a nivel “tecnológico” puede alterar por completo el orden de una sociedad. Por supuesto existen muchos otros condicionantes a tener en cuenta, pero no cabe duda que la incursión de una tecnología disruptiva es un denominador común en cualquier revolución vivida por el hombre.
¿Y qué nos depara el futuro?
En ese preciso momento, una gran pregunta atormenta su alocada mente. “¿Cuál será la tecnología que genere el próximo gran cambio en nuestra sociedad?”
Analizando estos tres cambios que ha vivido en primera persona se da cuenta de una cosa. La tecnología nos permite hacer mejores cosas, en menos tiempo y con menos esfuerzo. Sucedió con la agricultura y la ganadería, que nos permitió generar más alimentos con menos esfuerzo que la recolección y la caza. Sucedió con la revolución industrial, que nos permitió ser más productivos y mejorar los sistemas de transporte para llegar más lejos en menos tiempo. Y sucedió nuevamente con la revolución del silicio, que nos permitió hacer cosas inimaginables hasta ese momento. Ha supuesto avances en prácticamente todos los campos imaginables: ciencia, medicina, deportes, comunicaciones…
¿Y a día de hoy cuál es la tecnología que nos puede permitir hacer mejores cosas, en menos tiempo y con menos esfuerzo? “Doc”, es un gran fan de los autómatas como todo el mundo que lo conoce ya sabe.
Y siempre dice “Si hay algo mejor que hacer las cosas por ti mismo, es que un bot lo haga por ti”. Todo lo que tenga que ver con automatización de procesos basado en robótica o como se suele conocer a este tipo de tecnologías RPA, será el motor del siguiente gran cambio.
RPA desde el punto de vista socio-económico
Desde el punto de vista socio-económico, RPA aglutina todos los ingredientes para provocar un cambio disruptivo en nuestra sociedad. Cada vez más puestos de trabajo se enfrentan a tareas repetitivas que realizar sobre sistemas informáticos creados y diseñados hace años. Estamos llegando a un punto en el que el tiempo invertido en los programas que gestionan muchas empresas es mayor que el beneficio que generan, lo cual supone un problema desde el punto de vista financiero. Pero además la asignación a personas de tareas monótonas y repetitivas tienen un efecto alienador y desmotivacional.
RPA eliminará trabajos repetitivos
El uso intensivo y extensivo de tecnologías RPA supondrán la vuelta de las personas “a ser personas”. Atrás quedarán frases del tipo “a mí no me pagan para pensar”. Porque precisamente nos pagarán más que nunca para pensar. Dejarán los trabajos monótonos y repetitivos en manos de “bots” que ni se aburren, ni se desmotivan por hacer esos trabajos.
RPA eliminará fallos en las entradas de datos de sistemas
RPA y las tecnologías de reconocimiento natural de la escritura eliminarán los problemas de carga de datos manuales, tanto a nivel de tiempo invertido como reduciendo el número de errores que se producen con las cargas manuales.
Teniendo datos más fiables, podremos segmentar mejor a los clientes, hacer campañas segmentadas por audiencias más exactas, llegar a una hiper-personalización de las comunicaciones y promociones que hacemos. ¿Qué impacto puede tener esto mezclado con el Behavioral Economics?
RPA hará que la demanda de perfiles cambie
Las personas podrán dedicar su tiempo a realizar trabajos más inspiradores, a ser más creativos, a pensar,…pero eso requiere que muchos de los trabajos que hay ahora mismo dejen de tener sentido. ¿Qué impacto tendrá en la formación académica?
No olvidemos que el impacto que puede llegar a tener RPA se puede asemejar al que generó en su día la revolución industrial. Al igual que un agricultor del siglo XIX se tuvo que reconvertir en operario de una fábrica, RPA va a suponer que muchos perfiles tengan que pasar por esa fase de reconversión.
Estamos por tanto ante un nuevo cambio disruptivo en nuestras vidas. Los perfiles que se van a requerir en las empresa van a cambiar, las aspiraciones de los trabajadores van a cambiar, la manera en la que enfocamos el trabajo va a cambiar.
Si a esto unimos una situación como la que estamos viviendo de pandemia a nivel mundial, podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que el trabajo tal cual lo concebíamos hace 2 años para muchas empresas y muchos puestos de trabajo nunca volverá a ser igual. Seguramente no sepamos qué nos va a deparar exactamente el panorama laboral en los próximos años pero sabemos que estamos ante un punto de inflexión que entre todos los condicionantes que hay que tener en cuenta, tecnologías como RPA tendrá un papel fundamental.